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Ahmed Tommouhi y Abdelrrazak Mounib

Lugar de Condena: Barcelona, España

Delito: Robo, violación sexual, detención ilegal, coacción y lesión

Sentencia: 114 años (Ahmed Tommouhi)  y 101 (Abdelrrazak Mounib)

Años Servidos: 18 años (Ahmed Tommouhi)  y 9 años (Abdelrrazak Mounib)

Liberado: 2006 (Ahmed Tommouhi)  y  2000 (muere en prisión Abdelrrazak Mounib)

Ahmed

Ahmed Tommouhi  y Abdelrrazak Mounib, son dos ciudadanos marroquíes que emigraron a España en busca de un mejor porvenir.  Ahmed era un albañil de 40 años de edad, y Mounib un comerciante de 39 años, ninguno tenía antecedentes penales, ni se conocían previamente. Ese futuro alentador y prometedor que le prometía su emigración a Europa se vio interrumpido cuando ambos fueron detenidos a finales de 1991. Durante ese año, las Ciudades de Barcelona y Tarragona fueron escenarios de una serie de robos a parejas. Los robos se perpetraban por dos personas que se desplazaban en automóvil donde sorprendían a las víctimas y terminaban violando a la mujer en presencia de su pareja. Las víctimas les relataban a las autoridades que la descripción de los sujetos era de facciones norteafricanos y que hablaban el español con un acento  árabe. Ambos fueron reconocidos por algunas víctimas en diversas ruedas de reconocimiento, siendo ingresados a prisión de inmediato al ser acusado de 17 cargos cada uno. En clara violación a los estatutos los detenidos fueron pasados frente a las víctimas esposados y desarreglados antes de entrar al line-up.

Durante 1992 al 1995, Ahmed y Abdelrrazak, fueron  llevados a diversos procesos penales en diferentes audiencias judiciales donde se les halló culpable sólo de 4 cargos siendo sentenciados a 114 años y 101 de cárcel por robo, violación sexual, detención ilegal, coacción y lesión, respectivamente.  En todo el proceso alegaron ser inocentes. Durante las primeras etapas del proceso no hubo prueba material, sólo el testimonio de las víctimas. Luego, apareció prueba física de restos biológicos y la ropa de las víctimas del día de los hechos.  Diversos magistrados, denegaron  la admisión de la evidencia física por entender que el testimonio de las víctimas era completamente contundente, fiable y certero. Los abogados solicitaron en diversas ocasiones la admisión de la evidencia pero les fue denegada. Algunas víctimas se retractaron y sólo en aquellos casos en que hubo material genético se continuó. El magistrado decide obviar las pruebas físicas y los condenan basándose únicamente en la certeza del testimonio de las dos víctimas que continuaron el proceso. Todos desconocían de una condición de Abdelrrazak, y es que padece de hidrocele que es una enfermedad genital que consiste en la inflamación desproporcionada en los testículos, lo que dificulta la consumación del acto sexual.

En 1995, luego de sentenciados y diversos procesos apelativos, se repiten eventos similares y más violentos. Las autoridades indican que deben ser personas extranjeras similares a las arrestadas previamente y que deben de tener algún lazo sanguíneo. Luego de diversos operativo la policía se sorprendió al arrestar a Antonio García Carbonell, de 60 años, de nacionalidad español, de apariencia similar a Ahmed Tommouhi. Las víctimas que se retractaron en el proceso previo ahora lo identificaron y también las nuevas víctimas.

La policía supo en todo momento de la inocencia de Ahmed Tommouhi  y Abdelrrazak Mounib, por que al estar preso nuevas víctimas los seguían identificando como los autores de los nuevos crímenes.  Con el arresto de Carbonell la policía analiza la evidencia biológica de crímenes anteriores como el semen, resultando compatible con Antonio García. Ante el nuevo resultado la fiscalía solicita un recurso extraordinario de revisión ante el Tribunal Supremo, y el 24 de mayo de 1997 fueron hallados inocentes sólo en el cargo de violación. A pesar de haber demostrado su inocencia no fueron puestos en libertad. El Ministerio Público señalaba que había unas codenas que sobrepasan el centenar de años y sólo se les absolvió por los casos de violación al DNA excluirlos. En los demás casos alegaron  no haber evidencia nueva para poder reabrirlos.  En 1998,  los marroquíes inician huelgas de hambres para que se reabran sus casos y les concedan la excarcelación. En 1999, Carbonell acepta su culpabilidad en todos los eventos. El Fiscal General de Cataluña solicita un indulto para los marroquíes por las serias dudas que hay sobre la convicción de su caso, basado en los informe de la Guardia Civil Española. Diversos diputados abogaron por su liberación ante la Ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, señalando el mal manejo del caso, las serias dudas de su culpabilidad y el racismo que imperaba en el caso. Uno de los agentes investigadores que trabajo en ambos casos declaró tener la convicción personal de la inocencia de los condenados, solicitando su libertad inmediata, pero el indulto gestionado les fue denegado.

El 26 de abril de 2000, la justicia le había fallado a Abdelrrazak Mounib de 48 años,  falleció de un infarto en la celda de la cárcel mientras esperaba el recurso extraordinario que autorizara su liberación. Nuevamente, le fue denegada a Ahmed Tommouhi el indulto y la liberación de los cargos. En julio de 2001, el Tribunal Constitucional de España rechazó el recurso presentado argumentando que las pruebas eran contundentes, confirmando las sentencias previas. Los abogados manifestaron que la justicia española no ha querido reconocer que se equivocó con el manejo del caso. El 3 de enero del 2002 se interpuso un recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en favor de Ahmed Tommouhi. El Tribunal Europeo se compromete a revisar el caso con prontitud pero las intervenciones del gobierno español dilataron el proceso y nunca llegó a verse. En el 2006, Ahmed Tommouhi es puesto en libertad condicional.