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No es un secreto que el sistema penal en Ecuador, al igual que muchos sistemas penales, está lleno de fallas. Desde los comienzos de la primera década del siglo XXI, año tras año miles de inocentes han sido condenados erróneamente. Los casos varían desde identificación errónea hasta mala conducta del Gobierno. A simple vista uno puede pensar “¡El ADN les hará justicia ya verán!”, pero en ocasiones ese no parece ser el caso, como lo fue el caso de Luis Casas. 

Para el 2007 Luis Casas y sus amistades se encontraban comiendo en un restaurante, intercambiando carcajadas y simplemente viviendo un día normal, como todos. Poco imaginaban que de vuelta a sus hogares tres policías los iban a detener por sospechas de una violación de una mujer de 21 años, crimen que ocurrio en la noche anterior. Resulto ser que la joven se encontraba almorzando en el mismo restaurante que Luis Casas y sus amigos, y al escucharlos intercambiar carcajadas la mujer se sintió incomoda, tan incomoda que procede a denunciarlos a la policía y estos fueron acusados de ser autores del delito de violación que ocurrio la noche anterior. 

Investigaciones cognitivas han documentado que experiencias traumáticas pueden afectar la memoria y hasta cómo se procesa. Respetando a la víctima, y no desvalidando sus sentimientos, podemos entender que luego de un momento tan traumático la manera en que ella podría procesar lo ocurrido y procesar sus exteriores puede ser algo intenso y no necesariamente preciso. Y nos preguntamos, ¿Será que las carcajadas fueron suficiente identificación? ¿Habra sido el tono de la risa, el intercambio de chistes una razón mas alla de duda razonable para poder identificar a Luis Casas como culpable de una violación? ¿Fueron estas razones suficientes para la policía no hacer preguntas y emitir orden de arresto? 

ForCrim - Psicología Forense y Criminal - Página 3 de 3 -Se ha encontrado que las identificaciones erróneas son la causa principal de condenas erradas a escala nacional. En muchas ocasiones probándose esta información con resultados de ADN para anular las sentencias. Tristemente, el ADN por sí solo no resuelve el problema en ocasiones. A Luis Casas durante su juicio le realizaron dos pruebas de ADN, la primera prueba fue inconclusa y la segunda arrojó un perfil genético dominante que no pertenecía ni a Casas ni a sus amistades. Con un análisis somero a simple vista podemos sin duda alguna concluir que Casas y sus amistades eran completamente inocentes. Aún así, el juez el 23 de octubre de 2007 lo sentenció a 12 años de reclusión por un crimen que no cometió. Cuatro años más tarde, gracias a un recurso extraordinario presentado por la defensora pública Lola Montoya y un tercer examen genético, se ratificó el estado de inocencia y la excarcelación de Luis Casas y sus amistades. Tres hombres inocentes que estuvieron privados de su libertad por 4 años por un crimen que no cometieron.

Luis Casas y sus amistades solo son tres de los millones de ejemplos de inocentes en Ecuador que han sido convictos erróneamente. No se hace justicia en Ecuador mientras siga aumentando el número de inocentes quienes pagan tan solo un día por crímenes que no cometieron. En situaciones como la de Casas no tan solo pagaron tres hombres inocentes por un crimen que no cometieron, sino que pagaron las mujeres cada día que un agresor estaba libre en las calles de Ecuador. Cada día vivían en riesgo de ser agredidas por haber convicto erróneamente a tres hombres en vez de el agresor. Es por esto y por los miles de inocentes que la lucha por la justicia en Ecuador sigue.     

                                                                                Por: Gabriela D. Rosado Ayala