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Una mujer a la espera de la pena de muerte, pero sin juicio previo. Ese había sido el resultado de un acuerdo judicial. Hace 17 años, el profesor de Derecho Justin Brooks leyó esa historia en la prensa estadounidense y terminó en la cárcel, visitando a la joven puertorriqueña acusada de homicidio.

“Para mí, el caso de Marilyn Moreno es increíble, antes de ese caso pensaba que nuestro sistema en Estados Unidos era el mejor”, admite el abogado.

Durante cuatro años, junto a estudiantes de Derecho, investigaron los hechos y lograron probar que Marilyn no había cometido el crimen. Ese caso terminó inspirando a Justin a fundar el Proyecto Inocencia en California, que hoy dirige, con el objetivo de que los estudiantes indaguen casos reales y probar la inocencia de personas juzgadas. “Hay mucha gente en los Estados Unidos que piensa que tenemos un sistema perfecto, lo mejor en el mundo, y no es la verdad. Hay problemas con los sistemas en todo el mundo, porque hay problemas con abogados, con policías, con procesos de investigación en todo el mundo”, dice Brooks, profesor de California Western School of Law.

El proyecto se ha extendido. Ya tiene réplicas en 60 estados de EE.UU., donde 240 personas han sido liberadas. Hoy, con el apoyo de la Fundación Heidelberg Center para América Latina, se iniciará la conferencia para presentar en Chile la Red Inocente, y comenzar a apoyar las indagatorias de los casos que surjan en nuestro país, uniéndose así también a países como Argentina y México.

El último caso que convocó la atención de los medios norteamericanos fue el de Brian Banks, una joven promesa del fútbol americano, que a los 16 años terminó condenado a seis años de cárcel por violación y secuestro. Cuando logró la libertad, debió usar un brazalete localizado. A 10 años de la denuncia, la víctima se contactó por Facebook con Brian para pedirle que todo quedara en el pasado y luego admitió que el ataque nunca había ocurrido. El proyecto también sumó un caso reciente en Argentina, donde tras la realización del documental El Rati Horror Show se logró la liberación de Fernando Carrera, tras siete años preso, acusado por robo agravado y protagonizar una persecución en que tres personas fallecieron. El siempre negó los hechos.

Por eso, ahora el proyecto, que se sustenta con fondos universitario, gubernamentales y de donaciones, busca sumar a nuevos países, para compartir experiencias y aportar también con tecnología, porque uno de los elementos importantes ha sido el uso de las pruebas de ADN, sobre todo en casos de personas que llevaban más de 20 años presas y en las que este tipo de peritajes no era considerado. “El ADN es 100% correcto, la ciencia es mejor que testigos, que otras pruebas”, explica Justin, recalcando que se necesitan más laboratorios, ya que hay países donde no existen. James Cooper, director del proyecto, agrega que la idea de difundir esta experiencia es realizar “un intercambio, un trasplante legal. El sistema no está bueno en Estado Unidos, pero tenemos recursos, ADN, procesos”.

Sobre cómo las diversas sociedades terminan condenando a personas que son inocentes, Justin Brooksdefine una serie de falencias. “Hay problemas con defensores, porque no hay mucho dinero ni tiempo para investigar los casos”, plantea. Sin embargo, para este jurista “el problema número uno en los Estados Unidos y otras partes del mundo son las identificaciones. Hay muchos problemas con las malas identificaciones, en los procesos con fotos hay muchos problemas y necesitamos capacitación de la policía”.

Entre las situaciones que destaca, por ejemplo, cuestiona las láminas con varias fotografías de imputados que se les exhiben a las víctimas y propone el sistema de mostrar una foto a la vez. “Cuando usamos una foto es mejor, porque sólo hay dos fotos, la que se ve y la que se recuerda. Pero a veces resulta un problema cuando la policía sabe quién es el sospechoso, porque es posible que deje tres segundos más una foto y puede ser sugestivo. Esta prueba es muy fuerte en los Estados Unidos, y sin otra evidencia está identificación es suficiente”.

El realizar pruebas de ADN también reviste complicaciones si las muestras han sido contaminadas, pero más aún si la evidencia se destruye. “Ahora tenemos en todos los Estados Unidos leyes para la protección de pruebas biológicas y es necesario que ésta sea por muchos años, porque es posible probar 20 años después o hasta 30 años después la inocencia. Es por esto que necesitamos legislación en los países para proteger las pruebas. Si hay pruebas para hacer nuevos exámenes, se puede abrir un caso”.

Foto: El abogado Justin Brooks es fundador y director del Proyecto Inocencia de California. Foto: Patricio Fuentes.

Fecha: 6 de Julio de 2012.

Por Marcela Andres | LA TERCERA

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